El amor y la mentira



El amor y la mentira

       Socialmente estos conceptos están desvinculados, creemos ciegamente que nuestra pareja o seres queridos no deben mentirnos si nos aman, en mi experiencia al frente del consultorio les tengo otra versión.

         Comenzamos este análisis afirmando que normalmente las relaciones amorosas son desiguales, alguno de los dos incluso producto de la decisión del otro se torna un poco por encima eso hace que al no ser paritaria la organización de ese vinculo conlleva a enormes problemas de comunicación.

         La comunicación más fluida es aquella que se organiza en función de objetivos claros y de manejar más o menos con los mismos criterios los códigos, en el caso del amor a veces amamos tanto a una persona que no queremos por ningún motivo que nos rechace o descalifique, ahí radica la tentación de mentirnos.

         La mentira de alguna forma nos “salva” del terrible peso que significa que esa persona hoy considerada superior a mi o que siento superior nos castigue, desapruebe y sobre todo nos rechace (nadie quiere someterse a semejante dolor) entonces quizás comenzamos con una mentira “blanca” pero conforme va creciendo incluso llegaremos a mentir con mayor frecuencia.

         Es entonces donde les invito hoy a revisar su relación de pareja o amorosa de cualquier tipo, revise si usted es puesto en un pedestal y adorado y si es así por favor bajese de allí si no quiere sufrir por las mentiras que le contarán.

         A mayor poder las personas se encuentran más aisladas de la verdad, eso lo vemos en políticos que olvidan lo que clama las calles y sobre todo en personas que se olvidan también tienen errores y lo que se dedican es a la constante descalificación. Dejemos de actuar como jueces, hablemos con sinceridad cara a cara y veremos mejores relaciones basadas en: Respeto, comunicación asertiva y sobre todo VERDAD.


 

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