Fray Martinez

Comencemos a decir: “Si quiero vivir esta experiencia”      A pesar que vivimos un mundo donde mostrar lo que nos pasa es no solo bien visto sino requerido en las “Redes sociales”, hemos dejado de hacerlo para vivir esa experiencia sino para demostrarla, en esta oportunidad lo analizaremos a profundidad.      Cuando vivimos una experiencia solo nosotros podemos comprenderla, incluso dos personas en una misma circunstancia pueden ver oportunidad o amenaza, es tiempo que revisemos lo que hacemos, vivir significa un momento personal profundamente íntimo, dejemos de vivir en función a las demandas del ambiente y hagamos nuestra propia historia: ¡Una digna de ser contada!.      Les sugiero que al presentarse una oportunidad de vivir una experiencia dejemos a un lado el pensar y comencemos a sentir, hay algo en nosotros que mi querido amigo Julio Bevione cataloga muy bien de GPS que nos indica un camino (nos habla)...

¿Por qué nos desviamos del camino?    En un mundo que nos exige resultados y no procesos, vivimos atados a llegar a metas muchas veces solo para complacer a los otros, también luchamos por alcanzar un objetivo y en el camino perdemos la brújula y saboteamos nuestros sueños, es tiempo de hacer las cosas diferentes y analizar ¿Por qué nos desviamos del camino?      Lo primero a comprender es ¿Cuál es el camino que deseo seguir? A veces la respuesta parece tan obvia que nos olvidamos de formularla, en otras ocasiones no conocemos el camino pero andamos porque la sociedad demanda resultados y muchas veces solo queremos complacerla.      Al tener el camino definido tenemos varias pautas a seguir, la primera de ellas es la constancia, si las cosas se pudieran lograr todas fácilmente es posible que no las valoraríamos, por tanto, se constante a pesar de las “derrotas” en el camino que no son más que lecciones a aprender, sigue ...