Cuando el amor de padres no basta
Cuando el amor de padres no basta
Reflexiones de un hijo y padre
Sin duda uno de los mayores regalos de la
existencia es tener una familia, esos personajes que nos aman por el simple
hecho de nacer de su seno, esos seres que nos brindan un amor incondicional que
es capaz de todo por nosotros, que perdonan todo y no piden explicación, difícilmente
encontraremos un amor como este, pero en nuestra sociedad actual amar no basta,
en esta oportunidad analizaremos los aspectos más importantes de ser Padres.
Cuando somos hijos no valoramos para nada
la función que tienen los padres, siempre los etiquetamos de demasiado
preocupados por todo, nos parece exagerado eso que se queden toda la noche
esperando que lleguemos a casa, que nos indiquen tener hábitos saludables, que
nos digan que debemos estudiar, pero cuando crecemos y somos padres, estas
palabras son nuestros propios pensamientos para con nuestros hijos, ahora bien,
quizás en este momento la sociedad necesita algo más que frases o amor,
necesita Valores.
Nuestros abuelos nos contaron alguna vez
que en su época eran incapaces de levantarle la voz a sus padres, no solo por
la represión física que pudieran tener sino porque los admiraban y respetaban
el hecho de ser los padres.
Una pregunta obligatoria sería ¿Qué está
pasando hoy que estos valores se pierden? Esto ocurre fundamentalmente por la
necesidad humana actual de lograr cosas en lo individual, los sueños
individuales se tornan más importantes que los colectivos, por tanto, cuando
alguien llámese amigos, familiares, papá o mamá se interpone entre esos sueños
solemos tratarlos con mucha agresividad.
Es común escuchar la historia del abuelo
que nos explicaba que cuando joven siendo el mayor de la casa sacrificó sus
aspiraciones por sacar adelante la familia o que para formar una familia
nuestro abuelo tuvo que dedicarse a un negocio familiar, donde todos los
miembros participaban y de esta forma vivian cohesionados en una meta
permanecer unidos.
Todos estos sueños hoy nos parecen
sacrificios innecesarios, para los jóvenes es más importante agarrar una
mochila e irse por el mundo sin dinero pero con muchas ganas de cumplir los
sueños.
En ningún momento este pequeño análisis tiene
como objetivo desacreditar ninguna de las formas, es importante resaltar que
vivimos un mundo donde lo individual está por encima de lo grupal, esto no es
bueno o malo simplemente Es, lo que sí es importante es resaltar que, a
diferencia del joven de la época de nuestros abuelos los jóvenes de hoy
necesitan muchos valores sociales, sobre todo el valor primordial, el respeto.
El respeto nace en casa, no existe
institución educativa capaz de crearlo, estos valores se pierden en casa por
los mismos motivos, papá quiere lograr sus sueños y trabaja más tiempo, quiere
poder darnos todos los lujos y para hacerlo nos niega el más importante su
presencia entonces nos volvemos todos los miembros de la familia unos
residentes en un lugar donde todos dormimos pero ninguno comparte.
Esto lleva a perder el respeto por nuestros
padres creyendo que nos abandonaron por ir detrás de sus sueños, lo cual nos
llena de resentimiento y nos hace luchar por los nuestros y si ellos se
interponen atacarlos, es sin duda una cadena viciosa que estamos generando como
sociedad, es importante reconocer que por amor hacemos demasiado, pero sin
valores nuestros hijos se pierden en la anarquía.
Crear el valor del respeto empieza por
respetarlos en casa, nuestros hijos merecen un espacio de calidad donde se
sientan amados pero más que eso respetados, ellos necesitan que creemos ese
hábito tan hermoso como es la convivencia, saber vivir con alguien más, ser
respetuoso con el pensamiento de los otros, en definitiva con estos valores le
enseñamos a SER humanos.
Si como hijos comenzamos a tener conciencia
del hermoso papel que tienen nuestros padres comenzaríamos a valorarlos más, es
hermoso saber que existe esos personajes que cuidaron de nosotros, quizás nos
hicieron pasar por muchos traumas pero no podemos olvidar que nuestros padres
nos muestran lo que ellos aprendieron, quien puede cambiar el circulo vicioso
somos nosotros, si nuestros padres hacen algo que considero me hace daño es mi
deber conversar con ellos, tratando con respeto y aportando alternativas,
negociando.
La sociedad necesita de estos valores, si
sabemos convivir en casa, sabemos respetar y crear limites será más fácil hacerlo
en la calle, porque la sociedad es nuestra segunda familia, debemos respetar la
jerarquía y si la jerarquía no nos respeta debemos conversar con ellos, siempre
desde el respeto y ofreciendo alternativas, negociando podemos llegar a una
mejor sociedad, donde entendamos donde empiezas tú y donde termino yo.
Les deseo claridad en la mente y un corazón
siempre dispuesto a amar.
Excelente articulo! Desafortunadamente la sociedad hoy en dia exige crecer de una manera mas apresurada, dejando rezagados hasta el compartir una mesa..si a tu hijo lo ves fijo en vez de "asustarse" (en mis tiempos) te preguntan "Heyy, por que me ves asi?"
ResponderEliminarMuchos padres "compensan" el tiempo de cantidad con exceso de cosas materiales, desatendiendo el tiempo de calidad en nuestros hijos. Aunque inculquemos valores la sociedad acelerada muchas veces nos sabotea..
ResponderEliminar